La primera documentación sobre un bizcocho circular data del siglo XV, aunque no es hasta 400 años más tarde que los pasteleros franceses acompañan estas piezas con chocolate. Es en el siglo XX cuando nace el arte de crear figuras con este ingrediente, una tradición que llegó a Barcelona en 1930 de la mano del pastelero Lluís Santapau, quien, desde la desaparecida Confitería Mora, comienza a modelar las primeras figuras. Años más tarde, las monas de chocolate ya se habían popularizado por todo el país con grandes creaciones en las vitrinas de las pastelerías para sorprender a mayores y niños.