VW Beetle, un reflejo al pasado

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VW Beetle VW Beetle Volkswagen - Luxurynews

Fue en al año 1998, cuando a VW se le ocurrió la gran idea de renacer a un mítico coche que ya forma parte de la historia del automóvil, el Beetle, un icono cuyo primer prototipo data del año 1933 y del que se vendieron en más de 45 países a lo largo de los años más de 21.000.000 de unidades. Ahora, VW ha sacado al mercado un nuevo Beetle, que no solo ha mejorado su estética sino que ha evolucionado dinámicamente, sin perder, eso sí, su esencia, la del mítico escarabajo.

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Gracias al departamento de comunicación y relaciones externas de Volkswagen Audi España, S.A, hemos tenido la ocasión de probar el nuevo Beetle, del que sin duda alguna hemos obtenido muy buenas sensaciones, y como no, la ocasión, y gracias a un buen amigo, de poder, realizar un viaje en el tiempo al poder fotografiarlo junto a un escarabajo del año 1967.

Sus líneas aunque renovadas, tienen ese toque retro, que se realza con una imagen más rotunda y de estilismo más deportivo, aunque en ningún momento vemos que pierda la identidad que durante el paso de los años ha ido renovando. Su imagen es muy similar al Ragster, un prototipo que VW presentó en 2005, y del que se han adoptado muchas ideas de diseño, como las puertas sin marco con el cristal al aire, por ejemplo.

VW Beetle - Luxurynews

Es algo más grande que se su predecesor el New Beetle, ya que crece 15 centímetros en longitud, 8,5 cm de ancho y también es más 1,2 centímetros mas bajo, y cuenta con un capó delantero más largo. Las ventanillas, parecen sacadas directamente del Ragster, ya que son mas bajas y el parabrisas delantero es algo más vertical.

Quizás es en el interior donde más se pueden apreciar sus cambios, con respecto al anterior Beetle. La postura de conducción es más deportiva, ya que nos encontramos más cerca del parabrisas y es algo más baja. El aumento de talla, repercute también dentro del coche, pues ahora es algo más generoso en cuanto a la habitabilidad interior, quizás son las plazas traseras las que son algo justas todavía, pero dan cabida a dos adultos sin problemas, y el maletero, todo un baúl para llenar de recuerdos.

El salpicadero, se dispone de una forma retrodeportiva, y adopta soluciones como la guantera frontal con tapa, que podíamos ver en el Escarabajo original, aunque ahora, vemos como se acercan más sus acabados a toda la gama actual de VW, pero con claras reminiscencias al pasado. Opcionalmente se pueden pedir extras como unos relojes adicionales que se sitúan en la parte más alta y central del salpicadero, que nos indican la temperatura del aceite, un cronómetro y un indicador de la presión del Turbo o escoger el color de la parte central del salpicadero, entre muchos otros. 

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Esta unidad que hemos probado, estaba dotada del motor gasolina 2.0 TSI, con cambio DSG de 6 velocidades, que desarrolla una potencia de 200 cv, suficientes para dejarte asombrado de lo que este coche es capaz de hacer cuando lo conduces.

El motor es muy elástico, ofrece un buen par desde las primeras vueltas y empuja con fuerza hasta las 6500 rpm, momento en el que al cambiar de marcha, ya puedes darte cuenta de donde está situada la aguja del cuenta kilómetros, que sube casi con la misma facilidad que lo hace la del cuenta revoluciones. Todo el conjunto es capaz de lanzar a este Beetle hasta los 230 km/hora.

El sonido que sale por las dos salidas de escape es embriagador, una preciosa acústica rumorosa, que nos recuerda al subir y bajar de marchas que hay bajo el capó delantero.
Realmente las sensaciones que ofrece el Beetle, no tienen nada que envidiar a los del Golf GTI o el Scirocco, pues su comportamiento a nivel deportivo es más que satisfactorio, aun no tratándose de un coche, que conceptualmente no se ha creado con fines como el de sus hermanos.

El cambio DSG de 6 velocidades, es sin duda alguna, uno de los mejores cambios secuenciales y automáticos del mercado, tanto en el uso en ciudad, como en autopista, y como no, en el uso deportivo, donde podrás disfrutar de unos cambios precisos y unas reducciones perfectas, sin notar apenas la sucesión entre marchas. En el modo Sport, se alargan los tiempos del cambio, y no es difícil ver aquí como la aguja sube hasta las 6.500 revoluciones sin problemas. El DSG, permite también, conseguir un consumo ajustado de unos 10 litros a una velocidad de crucero de 100 km/h.

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La soltura, la agilidad con la que se mueve el Beetle y sobre todo, el aplomo y la firmeza, son sinónimo de tranquilidad y seguridad, algo que todos buscamos tras el volante de cualquier coche y que es fácil de ver con este VW, que hereda del Golf algunos elementos del bastidor y mecánicos, soluciones que adaptadas a este coche le otorgan un toque más deportivo si cabe. 

Probamos el coche en una revirada carretera de montaña, en la que parecía haber un sinfín de curvas en subida, algo que afrontó sin ningún tipo de problemas, gracias al par motor que ofrece, pero una vez en llano, y rodando como si por railes fuera, las curvas se sucedían una tras otra y el Beetle nos dio una grata sorpresa en lo que a comportamiento deportivo se refiere. Incluso con el pavimento mojado como lo estaba el día de la prueba, pues la lluvia nos dio caza, su comportamiento fue intachable.

En conjunto, dirección, apoyos tracción y frenado lo gestiona todo de forma excepcional, para un coche que dentro de su segmento, está destinado a aquellos o aquellas entusiastas que en sus manos quieran tener al biznieto del mítico escarabajo.

El Beetle, se ofrece en dos acabados, Design y Sport, como la unidad que probamos, cuyo color Plata Réflex Metalizado e interior negro, con el salpicadero en símil de fibra de carbono le otorgaban un toque “racing”, realzado por el alerón posterior y unas generosas llantas de 18 pulgadas de cinco radios.

Los asientos de piel de esta unidad, recogen muy bien el cuerpo, y son realmente cómodos para viajar, así como útiles si queremos hacer “unas curvas”. El cuadro de mandos, lleva el sello de VW lo mires por donde lo mires, y ofrece una información útil gracias al display central que es la vez el ordenador de abordo. El volante, de talante deportivo por su corte inferior agrupa los mandos necesarios para el manejo del ordenador, el teléfono y el equipo de media, así como las levas para el cambio DSG.

En resumen, podemos decir que VW, una vez más ha acertado con el Beetle, y realmente quien tenga ocasión de probarlo, verá que su comportamiento es realmente envidiable y equiparable al de sus hermanos, el Golf y el Scirocco. Seguramente estos son más deportivos, pero ninguno de ellos tiene tantas historias a su espalda como la tiene el mítico escarabajo.

Redacción: Miguel Angel Solá

Agradecimientos
•    Volkswagen Audi España S.A – www.comunicacion.volkswagen.es
•    Port Ginesta – www.portginesta.com
•    Hotel Rey Don Jaime – www.grup-soteras.com/index_donjaime.html

Fotografías
•    Javier Lorite - www.javierlorite.com

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