

Estos reconocimientos fueron un estímulo para continuar con su ímpetu de creación y renovación, que le acompañaron en las distintas empresas que fue forjando tras Mikado Oriental: Diamabel en los años ochenta, donde se produce una verdadera renovación con sus diseños excepcionales y Oridiam que surge en los años noventa, creando un nombre y una imagen que perdurará en el tiempo, unida a los diamantes de calidad con un control de montaje perfecto.
Tras Oridiam, surge Noblediam, tomando el relevo de esta tradición familiar el hijo, D. Alberto Benman, y el yerno, D. Daniel Hassan. Es el momento de mirar hacia el futuro con una visión global, internacional, con la experiencia y la calidad aprendida. Es el momento de aliarse con una empresa de prestigio, Noble Jewelry Ltd, para ampliar mercado a través de un joint venture.
Noblediam es, en definitiva, el resultado de mezclar en un crisol elegancia, diseño, calidad, innovación, experiencia, las mejores piedras preciosas, los metales más nobles y una visión de futuro y de permanencia en el mercado.



La historia reciente de Noblediam es la crónica de una empresa brillante, joven, dinámica, con espíritu de equipo y visión de futuro, que se basa en la experiencia de toda una vida, en los valores inalterables del saber hacer y del gusto por la excelencia. Si bien la creación de la empresa Noblediam es bastante reciente, debemos remontarnos a los años sesenta, en los que surge Mikado Oriental, de la mano de D. Jaime Benman, un hombre que rescató el valor de lo clásico sin renunciar a lo actual. El conocimiento de la alta joyería ya le venía de familia y su trabajo era su pasión, creando con la imagen de la mujer enamorada de la belleza y de las distintas áreas artísticas para lograr la elegancia, utilizando piedras preciosas y diamantes, con un estilo propio, reconocido en diferentes ocasiones por diversos premios en la categoría de joyas excepcionales.




