El comprador de una vivienda de lujo suele ser un empresario o un profesional de prestigio con un alto poder adquisitivo. El perfil del cliente que alquila -una modalidad que incluso cuenta con más adeptos que la compraventa- es el de un embajador, un ejecutivo, un deportista o un artista que permanece en una ciudad por un periodo de tiempo indefinido. La renta de este tipo de inmuebles, por otra parte, oscila entre los 12.000 y los 18.000 euros mensuales, aunque ésta depende mucho de la zona. Por lo que respecta a las características de las viviendas de lujo, éstas son construidas con materiales de una gran calidad, presentan un interiorismo cuidado hasta el más mínimo detalle, e incorporan la tecnología más puntera y la domótica. Acostumbran estar situadas en zonas exclusivas que gozan de muy buenas comunicaciones con todo su entorno.